«Pero qué, en la provincia o en el capital?», quiso saber Mirtha. «En Olivos», respondió Julia, que siguió con su relato: «Entonces para mí ir al centro es como una visita porque después sé a dónde vuelvo, esas mañanas, esos amaneceres».
En ese momento, la diva la interrumpió con otra duda: «¿Y ahora no estás trabajando ahora, en este momento?». «No, no, no. Fue un año muy raro, Mirtha, porque no paraba. Hacía tres años y medio. Margarita lo hicieron en Uruguay, no en Montevideo», explicó Calvo.
Y, agregó: «El año pasado, cuatro meses y medio grabando. Y después llegué, en menos de un mes, ensayé Porteñas, lo estrenamos, una hermosura de obra.Terminamos en marzo, filmé una película…Cri, cri, cri, cri».
«Pero bueno, me hizo bien, por otro lado. En un momento me dijeron… ¿Qué pasó? Cri, cri, que no hay nada para hacer. Y debo confesar que tuve un poquito de envidia a los que trabajaban«, reveló la artista en la mesa.
Lejos de terminar ahí, siguió: «Después dije, no, pará, Julia, hace balances». Ante esto, Mirtha sumó: «Después de este programa vas a trabajar. Yo te lo juro, yo te lo juro, vas a trabajar.»
«¿Nunca lloras cuando estás sola?», quiso saber la conductora. «Sí, cuando actúo, cuando estoy ensayando alguna escena. Igual soy como vos, Mirtha, re sensible«, lanzó Julia.
«¿Cómo sabés cómo soy yo?», quiso saber la diva. «Porque yo nací en el 61 y ya había una Mirtha Legrand en mi casa», explicó la artista.
«Qué me querés decir con esto, Julia?», lanzó pícara la conductora del programa. «No, que te admiraban todos y te vi», aclaró Julia Calvo.