Escasez de agua para potabilizar: prevén un agravamiento de la sequía en Uruguay

El Instituto Uruguayo de Meteorología alertó que la sequía sin precedentes se agravará.

Los uruguayos temen quedarse sin agua potable en la primera semana de julio, en una situación que disparó el consumo del agua embotellada y también su precio. Mientras Montevideo fue declarada en emergencia hídrica, el presidente del vecino país informó la exoneración de impuestos al agua embotellada y el comienzo de la construcción de una represa que en unos 30 días ofrecerá una nueva fuente de potabilización.

En medio de la compleja situación, el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) emitió este jueves un pronóstico para lo que resta de junio y el inicio de julio que no prevé lluvias significativas en las zonas más afectadas, en medio de la peor sequía del país.

«Si bien se esperan algunas lluvias y lloviznas escasas, no se prevén eventos de acumulados significativos durante el resto de junio y los primeros días de julio», señaló el informe divulgado por el Inumet.

En la cuenca del Río de la Plata se esperan precipitaciones menores a cinco milímetros en el oeste y entre cinco y 10 milímetros en el este, mientras en la cuenca del río Santa Lucía se aguardan precipitaciones menores a cinco milímetros.

Hasta el 4 de julio no se prevé hasta el momento «un nuevo evento de precipitaciones significativo», según la oficina meteorológica.

En este escenario «aumenta el déficit hídrico en esas zonas», el director de Meteorología y Clima para la Sociedad del Inumet, Néstor Santayana.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, anunció el lunes la declaración de la «emergencia hídrica» para Montevideo y el área metropolitana y la exoneración de impuestos al agua embotellada ante la histórica falta de lluvias y de reservas de agua dulce.

La sequía que afronta Uruguay desde hace tres años «no tiene precedentes» y «es la peor desde que existen registros en el país sudamericano, principios del siglo XX», informó en mayo el Inumet.