El transporte de cargas era conducido por Derlis Eliseo Zarza Fernández de 38 años, de nacionalidad paraguaya, quien no detuvo su marche y escapó en dirección a Buenos Aires, sin tratar de ayudar a las víctimas, lo que derivó en procedimientos solicitados por el fiscal Alejandro Perroud de la ciudad de Colón, y con el correr de los días, se lograron resultados satisfactorios y el conductor se entregó.

La Audiencia

Como presidente del Tribunal unipersonal, esta el doctor Rubén Chaia, encontrándose en sala el acusado y su representante, la Defensora Oficial doctora Abril Otegui, el fiscal del caso, doctor Alejandro Perroud y el Querellante, doctor Pablo Curá, partes que llegaron al acuerdo en lo que se refiere a los hechos en sí, y el reconocimiento del acusado de su accionar en esa madrugada, por lo que solo resta discutir el monto de la pena, razón por la cual todas las evidencias fueron incorporadas y se pasó a la declaración de testigos de partes y este jueves serán los alegatos.

Tano la Fiscalía, como la Querella, adelantaron que pedirán una pena de cumplimiento efectivo, en tanto que la Defensa espera que esa pena sea condicional, asegurando que Zarza Fernández, es una persona sin antecedentes, que ya carga con el peso de su conciencia y un verdadero arrepentimiento, y que ir a prisión sería desbastador para él y su familia.

Testimonios cargados de emotividad

Declararon cinco testigos y todos con una gran carga de emotividad, sobre todo los testimonios de Fernanda Teresita Romero y Gustavo Wetzel, madre y padre de la joven fallecida.

El primero en declarar fue Juan Ignacio Pereyra, amigo de Sabrina quien relató que tras el impacto perdió el conocimiento y cuando reaccionó, a duras penas logró ir hasta una estación de servicios a pedir ayuda y luego ser trasladado al hospital, sin saber hasta ese momento la suerte corrida por su amiga. Pereyra contó que debió soportar varias intervenciones y actualmente sufre las consecuencias de las lesiones y también los problemas de pánico e insomnio, que lo afectaron personalmente y de manera laboral.

En segundo lugar, declaró Fernanda, madre de la joven fallecida, quien se refirió al golpe que su muerte representó para todos, sobre todo para ella que sigue sin superarlo y que hay momentos en lo que no tiene ganas de vivir porque se siente vacía.

Fernanda contó que su hija tenía sueños y pese a su problema de salud (fue trasplantada del hígado) fue superando cada etapa y quería aprovechar esa segunda oportunidad que la vida le daba.

Con lágrimas en los ojos y al borde del llanto, dijo que duerme gracias a que toma pastillas. La recordó tal cual era y recriminando la conducta que tuvo el camionero que no fue capaz de parar en algún lugar y avisar lo que había ocurrido, pidió que se haga justicia y que su muerte no haya sido en vano.

Luego declaró Gustavo Wetzel, padre de Sabrina, quien coincidió con su esposa en describir a su hija, una chica llena de vida, alegría y siempre solidaria, con ideas propias de la edad y que su muerte, dejó un vacío total, pero destacó que la vida sigue y que seguramente tendrán momentos buenos y tristes, cuando la recuerden o vean que no está.

Sin dudas estos testimonios llegaron a todos y la Sala (con gran cantidad de familiares y amigos de la víctima, escuchó en silencio y en muchos casos con lágrimas, confundiéndose en un abrazo tras los testimonios.

Luego de estas tres declaraciones, el doctor Chaia dispuso un cuarto intermedio, tras o cual se escucharon los testimonios de la esposa del acusado y una hija, que fueron por video conferencia, ya que la mujer de Zarza Fernández, no puede viajar dado que está bajo tratamiento por cáncer.

En ambos casos los testimonios fueron emotivos y las testigos manifestaron su dolor por lo sucedido y coincidieron en señalar las graves consecuencias que ese incidente los causó en lo personal y en lo económico, llevando incluso a la joven a tener que dejar de estudiar para trabajar.

Finalizada la jornada, se pasó a este jueves, oportunidad en la que las partes aran sus alegatos de cierre y pedirán la pena a aplicar, recordándose que las partes acusadoras consideran la aplicación de una condena de cumplimiento efectivo y la Defensa, hará lo suyo para que el imputado reciba una pena condicional, ya que sostiene que se está ante un homicidio culposo y que está plenamente arrepentido de su conducta.

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