Legítima defensa: Sobreseyeron a jubilado oriundo de Basavilbaso que mató a un ladrón

«No tengo ni la más mínima duda de que esos disparos fueron realizados en ejercicio de la legítima defensa, porque se produjeron en respuesta a una agresión ilegítima y en el interior de su casa», señaló el magistrado que dictó la medida.

 

 

Jorge Adolfo Ríos (73) nació en Basavilbaso, Entre Ríos, y en la década del ’70 se instaló en Quilmes, provincia de Buenos Aires, donde con Cristina, una enfermera de la que se enamoró perdidamente, se casó y formaron una hermosa familia con tres hijo, Gabriela (43), Cecilia (41) y Federico (38).

El viernes 17 de julio de 2020 un grupo de ladrones violentó la puerta de su casa, y lo golpea salvajemente para que confesara dónde tenía dinero.

En ese contexto, Jorge extrajo una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros y efectuó al menos seis disparos.

Dos de los malvivientes lograron escapar pero uno, que resultó herido, murió tendido en la calle.

Ese final inesperado, en uno de los tantos episodios de inseguridad que suceden a diario en nuestro país, hizo que la historia de Jorge Adolfo Ríos recorriera todos los noticieros, diarios y portales. Se convirtió en “El jubilado que mató a un ladrón”.

Ríos en 2013, después de 38 años en pareja con Cristina, quedó viudo y sufrió un infarto.

Desde entonces, su vida pasó por ayudar a sus hijos y ver crecer a sus nietos. Hasta que llegó la pandemia, los domingos en la casa de la calle Ayolas al 2700, eran “como los de la familia Benvenuto”, porque la casa de Jorge era sede de todas las reuniones familiares.

Entre las 4 y las 4:50 de la madrugada del 17 de julio del 2020 cinco ladrones ingresaron por tercera vez en la misma noche a robar a la vivienda de Ríos quien fue sorprendido mientras dormía.

Fue golpeado e intimidado con un destornillador por los asaltantes, quienes le provocaron heridas en el dorso de la mano derecha, en su antebrazo derecho, y en la cabeza, al mismo tiempo que intentaron desapoderarlo de sus cosas.

Sin embargo, los ladrones no pudieron lograr su objetivo porque Ríos extrajo una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros y les efectuó varios disparos con los que los hizo huir.

Uno de los delincuentes, luego identificado como Martín “Piolo” Moreyra (26) quedó rezagado del resto de la banda porque estaba herido y trató de huir rengueando perseguido por su víctima -según las imágenes de las cámaras de seguridad armado- hasta que cayó a la vuelta de la esquina y, según declaraciones de testigos, le disparó.

Respondiendo a un llamado al 911 llegó la Policía que encontró tres vainas servidas -correspondientes a un arma calibre 9 milímetros- y el cuerpo sin vida de una persona, que según la autopsia tenía en el cuerpo dos balazos, uno en el tórax y otro en la región abdominal que fueron los que provocaron la muerte.

La hipótesis principal que la Fiscalía de instrucción, a cargo de Ariel Rivas, fue que el jubilado remató al delincuente, pero no pudo probarlo.

Opinó todo lo contrario el Fiscal Andrés Federico Nieva Woodgate, de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) 18 de Quilmes, que sostuvo que la muerte de Moreyra ocurrió en un acto de «legítima defensa» del jubilado y basó su decisión en que «las vainas que corresponden a los disparos que Ríos presuntamente efectuó no fueron secuestradas en un procedimiento incuestionable».

Agregó que el único testigo presencial «no puede ser todo lo contundente que debiera»; y que «cuatro expertos declaran y ponen en seria duda la posibilidad de que Ríos haya efectuado disparos en la vía pública».

Además un peritaje balístico del Instituto de Ciencias Forenses de Lomas de Zamora que determinó que Ríos disparó «a una distancia superior a los 50 centímetros».

En la tarde de este jueves el Juez Rubén Darío Hernández, del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 quilmeño, el cual debía llevar adelante el debate con jurados populares previsto para los días 12, 13 ,14 y 15 de este mes, dispuso el sobreseimiento del imputado.

En un fallo de 23 páginas el magistrado hizo lugar al pedido efectuado ayer por el Fiscal Andrés Federico Nieva Woodgate, de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) 18 de Quilmes.

Ríos iba a ser juzgado como acusado del «homicidio agravado por el uso de arma de fuego» de Martín «Piolo» Moreyra (26), pero el Juez Hernández finalmente consideró que actuó en su legítima defensa.

«No tengo ni la más mínima duda de que esos disparos fueron realizados en ejercicio de la legítima defensa, porque se produjeron en respuesta a una agresión ilegítima y en el interior de su casa», señaló el magistrado.

En ese sentido, consideró que se dieron los requisitos de «agresión ilegítima; necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla»; y «falta de provocación suficiente por parte del que se defiende», en favor del accionar de Ríos.

«Ríos no tenía otra manera de defenderse: habían ingresado a su casa tres veces la misma noche y podrían haber seguido, pero Ríos se defendió, por lo que considero que el medio utilizado por Ríos resultó racional y no tenía otro medio menos lesivo para defenderse», sostuvo el Juez. Fuente Riel FM / 03442